La corporación municipal y representantes de instituciones de Burgos, asisten en comitiva a la iglesia de la que es titular el santo. Allí se celebra la misa solemne, y la ofrenda del cirio, la cual realiza el alcalde. También tienen lugar las danzas al santo que llevan a cabo los grupos folklóricos. A la salida de la misa, los burgaleses participan, cada vez más, en los actos festivos que consisten en: bailes de jotas al son de la dulzaina y en la degustación de productos tradicionales de la tierra: chorizo, morcilla y vino, que se venden y/o se regalan en los alrededores.
Los roscos de San Lesmes son muy populares. Muchos Burgaleses, además de ofrendarlos al santo en la misa, los compran, ya bendecidos, para acompañar la comida del día; pues son similares al pan y al bollo de leche. A esta variedad se añade la ideada por las pastelerías: rosco de hojaldre relleno de nata y crema, que contiene sorpresa: el báculo de San Lesmes.