Atrás La ciudad llana
Desde al Arco de Santa María iniciamos un camino que nos habla de cómo Burgos se expandió por el llano y llegó hasta el río. En ese espacio la Catedral se convirtió en el corazón de una ciudad que creció y amplió su muralla pero que siempre recibió a los peregrinos que llegaban a ella por el Camino de Santiago.
1. CONJUNTO DE SAN JUAN
Conjunto arquitectónico integrado por diversos elementos, que , en 1944, fue declarado Conjunto Monumental. Está compuesto por el arco que marcaba el punto de entrada de los peregrinos a la ciudad, el puente sobre el Vena, la iglesia de San Lesmes, gótica de finales del siglo XV, con modificaciones en el siglo XVI, donde se guarda el sepulcro del patrono de la ciudad , bellos sepulcros y excepcionales retablos y el antiguo monasterio de San Juan, fundado en 1091 por Alfonso VI, junto al cual se desarrolla un gran hospital.
2. PLAZA MAYOR
«La Plaza de Burgos (…) es grande y no carece de carácter. Casas rojas sostenidas por pilares de granito azulado la cierran por todas partes». Así valoraba en 1840 Gautier el principal escenario de convivencia de los burgaleses. Fiel testigo del proceso de expansión de la ciudad por los terrenos más llanos, está presidida por el consistorio realizado a finales del siglo XVIII. Desde entonces su caserío ha ido renovándose con cuidados inmuebles, entre los que destaca en su frente norte la llamada «Casa de Mercurio» obra proyectada en 1907 por Vicente Lampárez con claros tintes modernistas.
3. HUERTO DEL REY
Tan evocador nombre trae a la memoria su origen, vinculado a la residencia regia que, rodeada de una amplia cobertura vegetal, tuvo Fernando I en la «plana» del siglo XI. A fines de esa centuria, los esfuerzos por sanear el terreno y dotarlo de distribución de agua, fueron transformando su entorno. Con el tiempo acogió residencias de destacadas familias burgalesas de los siglos XVI y XVII, estando presidida por una fuente original barroca, dedicada a Flora, diosa romana, sentada sobre un delfín y con un canastillo de flores, cuyas generosas formas prometen abundancia y fertilidad.
4. LAS LLANAS
La llana de afuera y la llana de adentro son privilegiados testigos del paso de los siglos en el entorno catedralicio y evidencia la progresiva extensión hacia zonas más llanas por parte de una población que había ido desarrollándose en las laderas del castillo. Aquí podemos encontrar alguno de los rincones más emblemáticos de la ciudad histórica, donde el tiempo parece detenerse, como recogió magistralmente Bonifacio Zamora en 1948: «Llana de adentro, Llana de afuera. Suelo llano, rincones y menudas plazuelas empedradas con guijarros. Aquí Burgos dormita. Aquí envejece».
«Imaginad todo cuanto el arte puede hacer delicado, pues todo eso se encuentra en el exterior e interior de la iglesia». Así resumía el viejo francés Muret, en 1666, sus impresiones sobre el conjunto catedralicio burgalés. Iniciado en 1221 con el impulso de Fernando III el Santo y el obispo Mauricio, cuyo proyecto se fue magnificando en el trascurso de los siglos para recoger las inquietudes de todas las épocas. A tal fin, disfrutó de la dirección de expertos maestros provenientes de los más diversos rincones de Europa que escribieron en él algunas de las mejores páginas del arte occidental.
6. ARCO Y TORRE DE SANTA MARÍA
En origen se trataba de un sólido torreón que controlaba el paso del Arlanzón, acogiendo las reuniones del concejo hasta finales del siglo XVIII en su bella sala de Poridad. Entre 1536 y 1553 se le incorporó un monumental arco del triunfo en honor del emperador Carlos V, empezado a construir por Francisco de Colonia y culminado por Juan de Vallejo. Sustituyó a la puerta de San Martín en las entradas públicas de los reyes, y hoy es sala de exposiciones, pudiéndose contemplar en su espacio principal, los restos de yeserías mudéjares procedentes del Castillo y un mural de Fernán González, obra de Vela Zanetti.
Situada en la calle que lleva su nombre, el actual templo data del siglo XV con bellas bóvedas de la centuria siguiente, destacando en su interior interesantes conjuntos funerarios renacentistas. Se erige sobre la conocida iglesia de Santa Gadea, donde el Cid hace jurar al monarca Alfonso VI, que no tuvo parte en la muerte de su hermano el rey Sancho II, lo que le valió el destierro de Castilla. Así se narra en el cantar de Mio Cid: «En Santa Gadea de Burgos, do juran los hijosdalgos, allí toma juramento, el Cid al rey castellano sobre un cerrojo de hierro y una ballesta de palo».
Edificio construido entre 1512 y 1514 como depósito de trigo del concejo. Fue completamente transformado a raíz de su conversión en cárcel del patio judicial en 1853. De la construcción original destaca la amplia portada blasonada con las armas de la ciudad y un gran escudo de armas flanqueado por dos maceros, emblemáticos personajes que protagonizaban un singular papel protocolario en las labores del concejo, al portar las «mazas» con las armas de la cabeza de Castilla. Desde 1981 alberga un centro cultural dedicado al humanista y músico burgalés Francisco Salinas.