Paseo del Espolón y del Espoloncillo

El Paseo del Espolón es el paseo burgalés por antonomasia, donde ver y dejarse ver.

Paseo del Espolón:

El Paseo del Espolón es el paseo burgalés por antonomasia, donde ver y dejarse ver.
Tiene su origen en la segunda mitad del siglo XVIII y cuenta con variadas especies vegetales. En el Paseo hay instaladas estatuas de Reyes provenientes del Palacio Real de Madrid. Son numerosos los edificios de interés que podemos encontrar a lo largo del paseo como el Arco del Santa María, el Ayuntamiento, el Teatro principal o la Diputación Provincial. El Espolón nació a partir de la construcción del Ayuntamiento y después de que fuera derribado todo el frontal de la muralla entre los puentes Santa María y San Pablo. En 1791 comenzaron las obras sobre el proyecto del arquitecto González de Lara. Destacan especialmente las ramas entrelazadas de los plátanos orientales.

Paseo del Espoloncillo:

Situado en la margen izquierda del río, a la altura del Espolón, se encuentra este frondoso paseo, construido durante la época de la invasión francesa en los solares de Vega. Durante el siglo XIX fue mejorado con plantaciones de árboles y con la construcción de algunas fuentes ornamentales hoy desaparecidas. En 1947 se levantó un monumento de homenaje al Cid. Bajo grandes castaños de indias, el paseo permite contemplar, a cierta distancia, la belleza del Espolón y el Arco de Santa María, con las agujas de la Catedral al fondo y un paisaje de sauces llorones, álamos blancos, tejos geométricos y acacias compactas junto al río.