La fiesta comienza con la reunión y formación de las tropas militares antes de la misa en el Monasterio de las Huelgas. La Abadesa recibe a las autoridades civiles y militares. Tras la eucaristía da inicio la procesión cuya comitiva está formada por los gigantones y danzantes, los clarineteros, los estandartes de las cofradías, los representantes del barrio de Huelgas, el pendón de las Navas de Tolosa portado por el mando militar de más rango de la ciudad, los niños de primera comunión, el Arzobispo portando el santísimo bajo palio, y finalmente, las autoridades civiles escoltados por policía de gala. El desfile de las tropas frente a las autoridades y las danzas de los Gigantones y danzantes ponen el punto y seguido a la fiesta que continuará en el cercano Parque del Parral.
Ya en el Parral el pueblo toma el protagonismo de la fiesta. El sombreado parque es escenario de la concentración de burgaleses y foráneos que se acercan a degustar los platos gastronómicos elaborados en los puestos preparados por las peñas y casas regionales. El mercadillo instalado en las inmediaciones del parque y los bailes públicos dan color y sonido a la fiesta que termina bien entrada la tarde.